jueves, 12 de agosto de 2010

Un minuto para el absurdo...


Cuando llegó a oídos del Maestro la noticia de que un bosque cercano había sido devastado por el fuego, movilizó inmediatamente a sus discípulos.

-"Debemos replantar los cedros", les dijo.

-"¿Los cedros?", exclamó incrédulo un discípulo. "¡Pero si tardan dos mil años en crecer...!"

-"Entonces tenemos que comenzar de inmediato", dijo el Maestro, "¡No hay ni un minuto que perder!"

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