domingo, 13 de febrero de 2011

Una lechuga y un vaso de agua

Es algo confuso que un evento que se realiza con fines sociales, para apoyar un servicio esencial de salud en un pueblo, termine convirtiéndose en una fina movida política. Hasta diría con un tema redundante y totalmente superficial como lo es un desfile de modas. Y disculpen los que organizan tales eventos, pero no me cabe otra palabra.
Lo peor de todo es que se incentiva a las jóvenes "modelos" a rebajar quilos, comer menos, cuidar la cintura… conseguir la mejor ropa, ser las mejores, las más lindas…invencibles!!!
Escuché “durante este verano, por favor chicas, a lechuga y agua”… así es como deformamos no el cuerpo de las chicas, sino la cabecita, que si nos ponemos a pensar, no la han de tener muy bien puesta. Pero claro, eso es perdonable porque están en plena formación de sus conciencias críticas.
Jóvenes de 17 y 18 años que si se notan un rollo en la cintura, dejan de comer una semana; con las consecuencias que ello trae.
Ocultamos la realidad tras una pantalla de beneficencia, pero en realidad lo que queremos es mostrarnos, “ser más que”, brillar.
Tenemos que hacer un desfile de modas para mostrar nuestra superficialidad… ni siquiera se pensó en realizar otra actividad; hacer un maratón de lectura, una estudiantina del saber…nooooo, eso no cabe acá. Hablar de cultura hace mal, nos podemos contagiar.
Exaltación por el cuerpo humano, la belleza cadavérica, pro bulímica y pro anoréxica… todo proceder tiene su consecuencia.
foto seleccionada del blog Beat Geek, de Ameth Cruz

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